jueves, 25 de agosto de 2011

¡Auxiliooooo, mis padres no me dejan vida!





¡No soporto que mis padres me  digan por dónde debo caminar y hacia dónde, cómo debo hablar
Están locos, creen que todo lo que hay a mi alrededor me hará daño,
Es imposible vivir con ellos
Siento que controlan hasta mi manera de respirar,
Si fuese posible, sé que les encantaría tener un control remoto para manejar hasta mis pensamientos,
A veces me siento como un soldado, sólo recibo órdenes y órdenes,
No puedo más, quisiera que me dejaran ser,
Quisiera me permitieran vivir mi vida, ellos ya vivieron la suya
Quiero gritarles y decirles, déjenme tranquilooooo!
           
  

 

 Lo que acabamos de leer es la expresión de muchos jóvenes que  viven o creen vivir en un mundo regido por el control paternal. Quizás algunos puedan tener razón, otros sólo exageran queriendo justificar su mal comportamiento, desobediencia y rebeldía.

 He tenido el privilegio de compartir con muchos adolescentes y jóvenes, he escuchado de sus labios opiniones como estas hacia sus padres, incluso las he vivido, y hasta he observado discusiones entre padres e hijos luchando cada uno por tomar el control, ¡que ironía por tomar el control! 

Usted dirá que estoy exagerando pero lamentablemente esta es una de las situaciones que más pueden destacar en las familias de la actualidad; padres e hijos viviendo  como perros y gatos, queriendo cada uno imponer sus decisiones o sus deseos, toda relación se ha quebrantado entre ellos, no existe respeto, no existe consideración, muchos valores se han perdido o muchos valores nunca fueron sembrados; los hijos se sienten ahogados, y los padres sienten perder el control. Es lamentable, sí que lo es, pero es la verdad, es la realidad que se vive.

                Analizaremos tres escenarios reales de relaciones que existen entre padres e hijos.  

  • Primer escenario: “Padres Frustrados = Hijos presos


Muchos padres tuvieron que vivir situaciones difíciles, experiencias dolorosas, experiencias que marcaron su vida, experiencias que nunca pudieron superar, experiencias que le acompañan día a día.

Este tipo de padres viven frustrados creyendo que sus vivencias serán heredadas por sus hijos, ¡que gran error!
Cuando las personas no superan situaciones que vivieron en su niñez, adolescencia, juventud,  y hasta en su vida de adultos, se convierten en personas frustradas, sin libertad, y muy inseguros valga destacar;  el carácter y actitud de los padres afecta la vida emocional y desde todo punto de vista de sus hijos; padres sobre protectores, queriendo controlar cada espacio, cada segundo de la vida de sus hijos, lo que genera hijos ahogados, queriendo realizar sus deseos, queriendo tener libertad de escoger, de vivir un día al menos libres de la prisión que sus padres le hacen vivir.

-¡Mi madre salió embarazada joven y cree que si yo tengo amigos y comparto con ellos, yo también saldré embarazada, no sé cómo explicarle a mi mamá y que ella entienda que no será así!
-¡Me fui de mi casa, mi padre no me deja vivir, siempre quiere que haga lo que él dispone, que sea como él, yo quiero hacer otras cosas, me gusta la música mi papá la odia, me gusta hablar con mis amigos, ´le cree que todos son malandros!

Y más opiniones como estas, podrán escuchar de jóvenes que viven con padres que se comportan de esta manera.
  •     Segundo Escenario: “Hijos rebeldes = Padres Preocupados” 



Es preciso decir que todo tiene un límite, siempre es necesario establecerlo, y en una familia esto no debe ser ajeno; hay tener claro cuáles son los roles de cada uno, los del padre y los del hijo.
El entorno puede llegar a afectar tanto al joven, que éstos llegan a adquirir comportamientos y actitudes imposibles de dominar para los padres; pero este tipo de situación pasa en aquellos hogares donde los padres viven tan enfrascados en los quehaceres diarios, en sus propias preocupaciones, en donde que nunca marcaron límites, en donde siempre se ha complacido todo lo que el hijo ha querido sin enseñarle que todo tiene su justo precio, que las cosas se ganan y se consiguen cuando nos esforzamos

La preocupación de los padres es la protagonista, y la rebeldía de los hijos impera; en este caso los padres deberían retomar y considerar sus acciones, si no es demasiado tarde, pues los hijos creen tener el control de sus vidas, esto no es sano para ninguna parte.

  •   Tercer Escenario: “Padres que saben Amar = Hijos que Aprenden Valores”



 Resalta algo muy importante; la palabra “AMAR”. Hablemos del amor; Dios es amor; <El que no ama no ha conocido a Dios porque Dios es Amor>,  así lo establece la Santa Palabra de Dios en el Libro de  1ª Juan 4:8.
Conocer a Dios no es sólo saber que existe, quien verdaderamente conoce a Dios ,vive conforme a lo que él ha establecido, no es una ley imperante, es amar a Dios y seguirle con obediencia, es vivir en entrega y adoración a Dios.

El amor de Dios, nos revela los principios bajo los cuales debe ser guiada nuestra vida. Cuando los padres son guiados por el amor de Dios, viven el amor de Dios, llevan  una vida conforme al propósito y la voluntad de Él, éstos se encargarán de educar y enseñar a sus hijos los verdaderos valores, crearán un fundamento fuerte, una base bien estructurada en la vida de sus hijos, lo instruyen y guían en el camino del Señor.

En este escenario hay padres que aman porque conocieron el amor, padres responsables, que han sabido establecer normas y límites sin necesidad de formar parte del ejército, han demostrado su autoridad, han disciplinado correctamente, han entendido a sus hijos en todo momento porque los escuchan, se han involucrado en sus vidas sin imponerles nada, han aconsejado, han guiado, han dicho No cuando es necesario,… este tipo de escenarios donde los padres actúan de esta manera es el más idóneo; es aquel donde los hijos crecen con amor, y llegan a ser exitosos en sus vidas espirituales y en todos los ámbitos.

La palabra de Dios establece:

·         Los hijos deben obedecer a sus padres (Ef. 6:1-3 y Col. 3:20), es justo y es necesario como hijos conocedores de Dios que obedezcas a tus padres, sólo en caso excepcionales, no lo harías, pero se trataría de casos extremos. Cuando sientas que tus padres te asfixian, debes hacerles saber lo que sientes, sin necesidad de llegar a convertirte en un rebelde. El Obedecer a tus padres te hará un joven agradable a Dios, será hecha en tu vida una promesa “Honra a tu padre y a tu Madre para que tus días sean de largo vivir”
·         Padres no exasperéis a vuestros hijos (Ef. 6:4 y Col. 3:21), los padres no deben provocar ira en los hijos, es necesario que usen la disciplina, la sabiduría de Dios para enseñar a sus hijos

                Estos dos pasajes paralelos, nos confronta con nuestra responsabilidad con el deber ser. Los hijos tienen la responsabilidad de obedecer y los padres de no exasperar a sus hijos.  Si bien hacemos esto, la relación padre-hijo será la más fructífera además será agradable a los ojos de Dios, seamos diligentes jóvenes y padres en esto, cada uno tiene su rol, cada uno debe respetar al otro y entender que existen límites, normas, que es necesaria la comunicación y la confianza para el fundamente de la relación.

Dios te bendiga… Carito J





1 comentario:

  1. Muy bueno su blog,
    estamos para servir amados hermanos...
    sigan así, muy buena la iniciativa que han tenido ustedes 2.

    Saludos desde Blogs Cristianos

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